REVOLUCIÓN

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"Consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos..."

domingo, 29 de abril de 2012

¿Memoria verdadera o memoria conveniente?

Todos los 24 de marzo se recuerda el día de la memoria, aniversario del golpe militar del año 76, época oscura en la historia argentina. Desde el año 2009 un grupo de personas de Avia Terai comprometidas con la memoria de tantos desaparecidos, secuestrados,y torturados por la última dictadura realiza conmemoraciones tratando de concientizar a la sociedad para que conozcan lo ocurrido y hechos como estos no sucedan más.Este año el mismo grupo había preparado , convocado a varias personas para participar del evento, movilizado a gente para que realice pasacalles y demás actividades para ese día, pero resulta que la Dirección de cultura de la localidad, entidad a cargo del sr. Eduardo Di Fiore ya estaba preparando paralelamente una mega conmemoración del Día de la Memoria(por supuesto, recontrapolitizada)con grupos de Rock, actividades alusivas y todo el despliegue oportuno a tal evento.Lo que más llamó la atención de quien escribe es que siendo unos de los referentes más antiguos (según palabras del mismo Di Fiore)no se me haya invitado o por lo menos avisado con un tiempo necesario para poder decidir si llevaba a cabo todo el movimiento que se desplegó en invitaciones, organización del tiempo de los invitados, etc, o de coordinar las actividades para integrarnos a un evento de estas características. Se nos obvió olímpicamente. La invitación llegó un jueves 22, casi por obligación, cuando se enteraron que el otro grupo estaba preparando el evento(en realidad algo de todos los años). Nos ofrecieron adelantar nuestras ponencias y charlas para las dos de la tarde(si alguien se acuerda cuantos grados hacia ese sábado a las dos de la tarde...)como si la gente pudiera desplazarse a esa hora. Ni las lagartijas se animan a esa hora...Por supuesto que nos negamos, y ni siquiera el director tuvo la delicadeza de presentarse en persona, envió unas chicas a informar y comentar lo que estaban organizando.La Cuestión que se fueron a la mierda nuestro pasacalles, nuestras fotocopias con el programa, las invitaciones y por supuesto entrar a contactar a las personas convocadas y disculparnos por el mal trago, en fin... Más allá de todo lo anterior, uno no es un opa y entiende que hay que cumplir con las lineas que les bajan de arriba, que el Día de la Memoria era una obligación política para este gobierno, con su parafernalia de políticos discurseros y sonrisas falsas...pero era necesaria tanta indiferencia hacia las personas que desde hace años vienen trabajando por un Avia Terai más progresista, que cuando organizan un evento lo hacen en un 80% a pulmón, con dinero de sus bolsillos, recordando realmente una fecha y a sus protagonistas porque la conciencia y la memoria golpea a sus corazones. Quien escribe ha nacido y vivido gran parte de su vida en esta querida localidad, conoce a su gente, lo conocen, sabe que lo que da lo da con esmero y sin pedir nada a cambio, porque ha luchado siempre por la cultura, por la historia de este pueblo, pero lo amargan hechos como estos que atentan contra la responsabilidad, contra la credibilidad de las personas, contra las buenas costumbres...acciones de este tipo, aunque en apariencia sean fiestas rimbombantes, interiormente están contaminadas por una política mezquina y evasiva, una política funcional y dictada y que en definitiva no contribuye en ninguna medida al progreso de los pueblos... Concluyendo me preguntaba, después de leer artículos y libros para llevar a cabo un trabajo final para un curso de Historia reciente, si la memoria que ejercemos en cada conmemoración es ¿una historia fingida o una veraz? ¿Una historia verdadera o una historia conveniente a los intereses políticos del momento? De que vale recordar a sus protagonistas si esta recordación es fingida o solo conveniente. No nos olvidemos que el pueblo que olvida a sus protagonistas es un pueblo sin futuro pero aquellos que trafican con su historia están cometiendo un acto imperdonable. Fabián Mancilla

jueves, 5 de abril de 2012

¿Para qué sirve enseñar Historia?

Enseñar Historia en estos tiempos se ha convertido en un desafío importante. Nuestra sociedad se ha ido inclinando gradualmente hacia un trivialismo y una superficialidad en materia educativa que hoy todos se quejan de lo excesivo de esta carrera, de lo difícil de esta otra, y otras frases similares. La sociedad hoy ya no lee. Aquel que lo hace hoy es considerado un intelectual, aquel que conoce mucho sobre un tema es ya un genio…leer un libro hoy, parece un desafío no apto para vertiginosos. Y resulta así que embarcarse en la aventura de la Historia puede llegar a ser una cosa de locos, puesto que hay que leer y leer. Entonces, tenemos por un lado el mencionado desafío y por otro ¿Para qué sirve enseñar Historia? Es cierto ¿Para qué sirve enseñar historia hoy? Creo particularmente que esta ciencia con justicia ha sido llamada Maestra de maestra, maestra de la vida, mote que apunta a ubicarla como muy importante para el desarrollo armónico del ser humano dentro de la sociedad. La historia, si sabemos leerla con ojos criteriosos, nos muestra errores, abre los ojos ante futuras problemáticas, nos limpia el camino, utiliza al pasado como un gran televisor donde nos muestra los baches que tenemos que eludir, y los caminos adecuados a recorrer…
Creo que hoy la Historia permite desarrollarnos como personas, a mirar a la sociedad con los ojos de la justicia, del derecho, de la paz. La historia brinda al hombre sentido de pertenencia a un lugar determinado, le hace valorar sus raíces y sentirse identificado dentro de un territorio determinado. El hombre nunca debe olvidar su pasado, pues su fruto es el presente, y en gran medida lo será de su porvenir. Conocer la historia nos hace comprender que nadie ha sido más ni menos que nosotros como persona, pueblo, país o civilización; nos eleva el sentimiento de autoestima y nos permite crecer como persona; aquél que conoce su historia se gana el derecho de defenderla. Mediante la reflexión el hombre es capaz de reconocer los problemas que surgen en su sociedad y buscarles vías de solución. Un hombre instruido históricamente se gana el derecho a defender su dignidad como persona paralelamente al crecimiento intelectual.
Entonces preguntarnos hoy para qué sirve enseñar historia parece totalmente obvio, aunque para muchos no lo sea. He elegido enseñar esta ciencia porque ella me ha abierto las puertas de muchos enigmas sociales, me ha marcado el camino como docente y como persona, y por sobre todas las cosas me ha entablado desafíos como aprender a enseñarla, pues como bien decía Lucien Febvre: “para saber como enseñar historia es necesario antes saber qué es la historia”.

Prof. Fabiàn A. Mancilla