REVOLUCIÓN

REVOLUCIÓN
"Consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos..."

jueves, 1 de enero de 2015

VIEJA QUERIDA TOMASA In memoriam Hoy sentí, allá a lo lejos, El tañer de una campana Hoy sentí que muy adentro Un frágil cristal se crispaba. ¿Quién no mira el sol Herido en la madrugada? ¿Quién no escucha al corazón Dulces voces que lo llaman? Hoy se van nuestros secretos Vieja querida Tomasa; ya se angostan nuestras sendas, tú ya empiezas a tomarla. ¿Quién convocará al mate Siesta, tarde o madrugada? ¿Quién recordará los hijos, Frutos dulces de tu alma? La quiniela dormirá, En una negra pizarra Soñará con tu llegada Con los ceros, los cincuenta Con la fija de mañana. Yo sé que no puedes irte Vieja querida Tomasa, Mujer dueña de la vida Maestra, quizás licenciada, Mujer de varios caminos De tantas sendas andadas. Dime que hoy no te vas Vieja querida Tomasa, Dime que solo has dormido Para estar más descansada. Yo te espero en la vereda De tus historias contadas Traigo el mate sin azúcar Para que sanes tus nanas. ¿Puede acaso el olvido Vencer a tantas mañanas? ¿Puede olvidarse una vida Que pudo alumbrar a tantas? Yo sé que estás junto a mí Junto a tantos que te aman En los ojos de Javier, Puede verse tu mirada, En la cara de Raquel una mueca sonrosada, y en el rostro de la Silvia quedó tu infancia marcada; En los gestos de Roberto En los rasgos de su cara, Dejaste una herencia viva, Para ya nunca olvidarla. También en los de Sofía, la niña grande, mimada La dueña de tus corajes, La dueña de sus hermanas, Aquella primera niña que juventud regalaba. José regó tu jardín, tus tardes y tus mañanas regó tus últimos días con todo el amor de su alma, más lágrimas no derramó Porque no pudo encontrarlas. Paola premió tus días De madre joven Tomasa, Fue tu ciega compañía De noches y de alabanzas. Aunque este suave fruto No naciera de tu panza La vida quiso que tú Fueras madre de crianza; Quiso que Cinthia pequeña Niña de muchas batallas Fuera tu hija de amor Fuera tu hija del alma. Una briza da caricias A esta húmeda cara Y un silencio muy profundo Me cruza látigo el alma. Pensé en decirte adiós Pensé en decir hasta mañana Yo no creo en las partidas Cuando el recuerdo me gana. Yo te seguiré esperando Vieja querida Tomasa, Los sábados con asado Los domingos con las pastas, Mucha magia y sobremesa Tangos que tanto gustabas… Lo mío no es despedida Vieja, madre, amiga, suegra; Tu voz permanece en mí, Tu voz suena con la “Negra” ¡Ah! No te inquietes por el “negro” Nieto marca registrada, Sueña en su adolescencia Sueña ebrio de esperanzas; Yo sabré hacerlo hombre En esta ruta del alma, Sabré marcarles senderos Esos que tú indicabas. Cae la noche en nuestro pueblo Un triste gorrión me despierta ¿A quién estás avisando de esta tu grata presencia? Adorméceme el camino Hazme lugar bella suegra, Déjame la llave arriba Para que pueda tenerla. En este muro gastado Yo puedo leer tus huellas Yo puedo observar tu vida Plena de luces y estrellas. ¿Puede acaso ser invierno Quien ha sido primavera? ¿Puede lo oscuro opacar El fulgor de esta gran vela? Gracias por tanto sudor, Gracias por tanta esperanza, Gracias por existir… Vieja querida Tomasa. Fabián, 11 octubre de 2014.

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